Baalbek

Baalbek, ciudad que debe su nombre al dios del sol, fue fundada por los cananeos  y poblada mas tarde por los fenicios.

Las leyendas cuentan que allí vivió Adán y que vieron montar a Abraham en un caballo de fuego y desaparecer en la noche. Y, lo que quizás haya dejado más huella en nuestros recuerdos es, el palacio que Salomón edificó por amor a la reina Saba.

Saqueada por los asirios, griegos, romanos, sarracenos y tártaros, derruida por la guerra y susesivos terremotos, queda entre sus ruinas la impronta de una grandeza pasada, que dá fé de la huella que impregnaron los emperadores romanos, Augusto, Adriano y Caracalla, en esta ciudad. Monumentos dedicados a Jupiter, Venus, y cono no, Baco, (dios del vino) son manifestaciones del interés por demostrar poderío ante sus fieles.

Grandezas que infundirían temor e inspirarían respeto por el poder imperial. Pero, todas estas demostraciones de culto pagano llegan a su fín con el cristianismo.

En nuestros días la antigua Baalbek esta declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este rincón del Líbano es hoy una zona de yacimientos arqueológicos que atrae a turistas que se acercan hasta aquí para contemplar sus piedras. Festivales de teatro y música congregan en verano a los mejores artistas del mundo que montan sus espectáculos, ante un marco tan inmejorable como el de las columnas del templo de Jupiter.

Estudiada por los investigadores no deja de suscitar hipótesis a causa de sus incógnitas. Misterios, tales como el de los bosques de piedra caliza de mil toneladas perfectamente tallados, que  necesitaron un esfuerzo común de cuarenta mil hombres para ser desplazados, ha llevado a algunos a lanzar hipótesis fantasiosas que incluyen la intervención de extraterrestres.

Templo de Jupiter - Baalbek - Libano

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